Ayer fui con Karim a Cucuta, esto solo lo logra ella porque a mi no me gusta ir a esa ciudad, ¡nunca me ha gustado ir! ni siquiera cuando eramos ricos y nos daban 18 pesos por cada bolívar y aquello era un festín de compras...ahora nuestro devaluadisimo bolívar esta a un peso por 0.55 bolívares, o sea ¡todo super caro para los pobres venezolanos!
La ciudad esta, básicamente igual; calurosa, polvorienta y oliendo mal y encima de todo ¡super cara!
Decidimos irnos en carro por puesto ¡gracias a Dios! pues cambiaron la entrada a causa de unas construcciones o algo así que están haciendo y de verdad que yo no tenia ni idea en donde andábamos y cuando llegamos al centro yo juraba que estábamos a una cuadra de la Plaza Santander y resulto que estábamos como a cinco cuadras y para el otro lado ¡me reí mucho cuando me di cuenta que Karim estaba mas orientada que yo, o sea que la perdida hubiera sido de espanto.
De ida fuimos chevere con un chofer muy bueno pero ¡al regreso! ¡Dios mio! un loquito super joven con complejo de Meteoro, yo sentía el corazón como un caballo galopando, por fin me decidí a pasar el mal rato lo mas tranquila posible, ¡cerré los ojos y me puse en manos de Dios! Los que conocen esa carretera me entienden el susto y para los que no la conocen les cuento que es casi toda con una montaña escarpada de un lado y un abismo impresionante del otro además del montón de curvas muy pronunciadas y el trafico que sube por un canal y baja por el otro...¡todos volando! ¡mi madre... que susto!
Ya habíamos decidido desde antes que nos bajaríamos en Capacho a comprar una olla de barro que Karim quería y continuaríamos en autobús, de verdad que yo me sentí ¡super feliz! del cambio de vehículo.
Hoy se fue mi amiga otra vez a Merida y yo empate otra vez mi vida normal. Primero fui al banco ¡que estaba a reventar y me tarde mas de una hora en cambiar un cheque y luego me fui a la "cazeria" de comida y otros insumos.
Bueno en el supermercado decidieron que nos limpiemos el culeco con Cocacola, Toallin, comida para perros y pañales desechables, ¡por lo menos eso era lo que había en los anaqueles correspondientes al papel toilette. También decidieron que en vez de mantequilla y margarina comamos manteca vegetal y aceite de marcas desconocidas, el jabón de tocador lo hay pero del mas caro, esto fue lo que observe, tal vez faltan otras cosas pero yo cuento lo que me falto a mi. Así que a salir de ese supermercado para otro a ver si conseguía lo que yo necesitaba ¡conseguí papel! a 13.800 bolívares los 12 rollos ¡barato! y lo que me da mas calentera es el pago del ¡maldito impuesto!.
En San Cristóbal ya volvimos a quedarnos sin gasolina, muchas bombas cerradas ¿no les dará vergüenza? Ayer, cuando regresabamos de Cucuta, en San Antonio hay una valla inmensa que dice: ¡Tachira, la puerta de Venezuela!... ¡tremenda puerta, ¡sin gasolina, con la guardia NAZional atropellando en la alcabala de Peracal, etc, etc!. Y otra cosa que me lleno de indignación es una propaganda del gobierno, de esas que son como una valla pero encima de la carretera, están "el tipo", el gobernador del Tachira, el alcalde del municipio y ¡¡¡SAN ANTONIO!!! ¡con el niño y todo! ¡que riñones! y dice algo así como "ahora San Antonio es del pueblo", la verdad es que no me acuerdo muy bien de la leyenda porque fue ¡tal mi furia! de ver al pobre San Antonio ¡tan mal acompañado!...
En fin, mejor no sigo, voy a dejar algo de rabieta para después.
La ciudad esta, básicamente igual; calurosa, polvorienta y oliendo mal y encima de todo ¡super cara!
Decidimos irnos en carro por puesto ¡gracias a Dios! pues cambiaron la entrada a causa de unas construcciones o algo así que están haciendo y de verdad que yo no tenia ni idea en donde andábamos y cuando llegamos al centro yo juraba que estábamos a una cuadra de la Plaza Santander y resulto que estábamos como a cinco cuadras y para el otro lado ¡me reí mucho cuando me di cuenta que Karim estaba mas orientada que yo, o sea que la perdida hubiera sido de espanto.
De ida fuimos chevere con un chofer muy bueno pero ¡al regreso! ¡Dios mio! un loquito super joven con complejo de Meteoro, yo sentía el corazón como un caballo galopando, por fin me decidí a pasar el mal rato lo mas tranquila posible, ¡cerré los ojos y me puse en manos de Dios! Los que conocen esa carretera me entienden el susto y para los que no la conocen les cuento que es casi toda con una montaña escarpada de un lado y un abismo impresionante del otro además del montón de curvas muy pronunciadas y el trafico que sube por un canal y baja por el otro...¡todos volando! ¡mi madre... que susto!
Ya habíamos decidido desde antes que nos bajaríamos en Capacho a comprar una olla de barro que Karim quería y continuaríamos en autobús, de verdad que yo me sentí ¡super feliz! del cambio de vehículo.
Hoy se fue mi amiga otra vez a Merida y yo empate otra vez mi vida normal. Primero fui al banco ¡que estaba a reventar y me tarde mas de una hora en cambiar un cheque y luego me fui a la "cazeria" de comida y otros insumos.
Bueno en el supermercado decidieron que nos limpiemos el culeco con Cocacola, Toallin, comida para perros y pañales desechables, ¡por lo menos eso era lo que había en los anaqueles correspondientes al papel toilette. También decidieron que en vez de mantequilla y margarina comamos manteca vegetal y aceite de marcas desconocidas, el jabón de tocador lo hay pero del mas caro, esto fue lo que observe, tal vez faltan otras cosas pero yo cuento lo que me falto a mi. Así que a salir de ese supermercado para otro a ver si conseguía lo que yo necesitaba ¡conseguí papel! a 13.800 bolívares los 12 rollos ¡barato! y lo que me da mas calentera es el pago del ¡maldito impuesto!.
En San Cristóbal ya volvimos a quedarnos sin gasolina, muchas bombas cerradas ¿no les dará vergüenza? Ayer, cuando regresabamos de Cucuta, en San Antonio hay una valla inmensa que dice: ¡Tachira, la puerta de Venezuela!... ¡tremenda puerta, ¡sin gasolina, con la guardia NAZional atropellando en la alcabala de Peracal, etc, etc!. Y otra cosa que me lleno de indignación es una propaganda del gobierno, de esas que son como una valla pero encima de la carretera, están "el tipo", el gobernador del Tachira, el alcalde del municipio y ¡¡¡SAN ANTONIO!!! ¡con el niño y todo! ¡que riñones! y dice algo así como "ahora San Antonio es del pueblo", la verdad es que no me acuerdo muy bien de la leyenda porque fue ¡tal mi furia! de ver al pobre San Antonio ¡tan mal acompañado!...
En fin, mejor no sigo, voy a dejar algo de rabieta para después.
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