Mi papa

Hace un monton de años, creo 33, se murio mi papa, es una de las perdidas mas grandes de mi vida.
Fue mi amigo, encantador, amado, ¡tremendo! aventurero.
Era un gran lector y cuando pienso en el siempre lo veo, sentado o acostado leyendo o sentado al frente del grabador escuchando musica ¡le encantaba la musica!...y, con un cigarrillo en la mano ¡el veneno que lo mato!
Ese es un tema para otro blog, lo nombre porque forma parte del recuerdo de ese gran hombre.
Era muy echador de broma, mi mamà decia que ¡quiza! si se hubiera quedado en alemania, hubiera sido un gran comico, tambien lo creo, pero la vida lo trajo a nuestras tierras tropicales de las cuales se enamoro y a las que nunca mas abandono.
En estas tierras vivio durante 42 años. Aqui lo atrapo el amor de una andina y aqui tuvo tres hijos: Federico, Adelita y a mi.
Tanto mi hermana como yo tenemos mucho de el, ademas del colorido tenemos una alta dosis de aventureras, nos encanta cambiar de rumbo...o sea...un pie aqui y el otro levantado, pensando "pa donde" y mi hermana tiene la tremendura, la echadera de broma, la gran simpatia ... la sangre dulce y liviana de èl.
Amaba con locura a los animales y a la juventud. En mi casa hubo de todo: perros, gatos, loro, morrocoyes...
Asi son las cosas, el se fue, pero los genes continuan en estas tierras...y en otras, los llevan sus nietos Maria Eugenia, Publio, Luis Martin, Daniel y Carola y sus bisnietos que los regaràn en otros mundos David, Isabel, Frederick y Sofia. Un solo tronco, muchas ramas...muchas semillas.
Fui afortunada, muy afortunada de tener un padre como èl, de haber conocido y vivido con un humano como Federico Staudy