sábado, febrero 23, 2008

La mujer de los mil inventos



En estos últimos días ha vuelto a aparecer la mujer de los mil oficios: YO, tenia tiemmmmpo que no inventaba tantas cosas para hacer.
Hoy decidí, para sacudirme un poco la tristeza, tapizar el banquito de la maquina de coser; la verdad es que estaba horroroso.
Bueno, como estoy sin carro (desde hace tres semanas) decidí irme en autobús al centro de la ciudad a comprar la goma espuma y los clavitos. Me toco irme guindando en la puerta ¡que cosa tan impresionante! nunca lo había hecho. El bicho volando y uno que ya se ve en el pavimento, el ventarrón te levanta el pelo y no es posible medio soltarse para arreglárselo aunque sea un poquito, y ¡ lo peor! el chamo que cobra sosteniendolo a uno ¡por Dios!.
Bueno, llegue adonde siempre había estado el negocio de la goma espuma y resulta que ahora esta es una venta de pañales, pregunte y el tipo me dijo ¡señora yo tengo este negocio desde hace 10 años! o sea ¡superactualizada yo!
Pero entre preguntar y preguntar me meti en un negocio de telas y compre algunas para tener por si acaso me dan ganas de hacer algo en patshwork y una tela preciosa para hacerme un delantal, ahí me dijeron adonde conseguiria la goma espuma... bueeeno la calle totalmente destrozada porque la están remodelando, va a formar parte del casco histórico ¡es un verdadero desastre! aunque la gente esta muy contenta porque, supuestamente va a quedar bello ¡ojala!, en todo caso para mi fue turismo de aventura, subí y baje montones de piedras, brinque charcos, camine hasta casi el final de la calle y después me devolví para poder entrar al negocio, me resbale con las piedras redondas sueltas y ¡sufrí! por mis zapaticos que no están acostumbrados a semejantes andurriales. ¡Gracias a Dios conseguí todo y llegue dispuesta a tapizar mi banquito, me quedo decente ¡es que el pobre estaba que daba dolor!
Después lo estrene y me hice el delantal.
Pero, como siempre que me decido ha ir al comercio, regreso asqueada, molesta y muy cansada.
Estas actividades me traquilizaron un poco la tristeza que estoy cargando desde antier cuando supe que en el accidente aereo de Merida perdimos a nuestro valioso compañero de lucha Italo Luongo, continuo preguntandome ¿por que se mueren los nuestros?
He lamentado mucho la cantidad de accidentes aereos que ha habido en Venezuela en estos dos ultimos meses, ¡once! unos mas tragicos que otros...¡pero accidentes en fin!, y mas lamento los venezolanos muertos y el dolor de sus familiares.



3 comentarios:

adelita dijo...

Te quedo buenisimo, felicitaciones. Muy gracioso el relato de la ida para el centro, ojalá terminen los trabajos.
Yo tambien he lamentado muchisimo la muerte de Itakloi Luongo, una gran persona, de mente brillante y con la democracia metida en su alma.
Un beso
Ade

Anónimo dijo...

Te pareces a mi padre...tiene sus momentos de creatividad y algo se le ocurre para tapizar o decorar y lo hace con elementos que están arrumbados, sobras de alguna otra obra.

Al menos conseguiste lo que buscabas...y el aprovecharlo borra las molestias de tanto trajinar por el comercio. Saludos cordiales y mis condolencias por el fallecimiento de Iralo Luongo.

P.D.: ¿Qué pasó con tu carro? A poco te lo robaron...

Anónimo dijo...

AMIGA!!!!!!!!!!!

Qué lindas cosas hacés! Porque no nos juntamos, mirá, yo necesitaría alguanas de esas cositas que hacés,y de paso te hago esos ajíes con ajo que tanto me pediste...qué te parece??

Soñar no cuesta nada no???????????

Te quiero!