En todo este tiempo para lo que he tenido tiempo ha sido para pensar y ¡¡recordar!!. Como uno en estas circunstancias lo que hace es estar "echado" pensando que "ya me voy a parar a hacer tal o cual cosa... pero no se mueve, pues es mucho el tiempo pensando y recordando...divagando.
En una de esas divagancias fui a parar a la casa de mi Tía Luisa, estando yo bastante pequeña, tal vez 5 o 6 años en una de las múltiples vacaciones que pasé en los Andes cuando aun no vivíamos aquí. Pues bien, iba una señora ¡goooorda! y debía ser pequeña porque no era mucho mas grande que yo, llevaba un canastote lleno de cuanta chuchería rica y típica existía. Yo me acuerdo que llevaba merengues, cascos de naranja rellenos con dulce de leche, higos con el mismo relleno, templones, dulces secos de leche, guayaba, plátano, cocadas...en fin aquel canasto era algo fabuloso, en especial para mi que no estaba acostumbrada a ¡¡semejante espectáculo tan exquisito y exitante!!. La señora se llamaba Irene, y de eso me recuerdo porque a mi prima Irene no le gustaba su nombre porque la señora del canasto se llamaba igual ¡cosas de niños!!. Hoy en día hay una gran fabrica de esos dulces que se llama "la Andina" y yo me pregunto ¿tendrá algo que ver con la señora gorda del canasto? es posible que sus descendientes hayan industrializado aquel exquisito canasto, aunque ¡por supuesto! los dulces no son ¡jamas! iguales.
Tengo varios recuerdos producto de las "divagaciones quimicas" que iré sacando entreveraditos con las sacadas de madre a los del gobierno por los apagones, intervenciones bancarias, falta de agua etc, etc. Especialmente los etc.
Llegué con las pilas mas o menos recargadas.
En una de esas divagancias fui a parar a la casa de mi Tía Luisa, estando yo bastante pequeña, tal vez 5 o 6 años en una de las múltiples vacaciones que pasé en los Andes cuando aun no vivíamos aquí. Pues bien, iba una señora ¡goooorda! y debía ser pequeña porque no era mucho mas grande que yo, llevaba un canastote lleno de cuanta chuchería rica y típica existía. Yo me acuerdo que llevaba merengues, cascos de naranja rellenos con dulce de leche, higos con el mismo relleno, templones, dulces secos de leche, guayaba, plátano, cocadas...en fin aquel canasto era algo fabuloso, en especial para mi que no estaba acostumbrada a ¡¡semejante espectáculo tan exquisito y exitante!!. La señora se llamaba Irene, y de eso me recuerdo porque a mi prima Irene no le gustaba su nombre porque la señora del canasto se llamaba igual ¡cosas de niños!!. Hoy en día hay una gran fabrica de esos dulces que se llama "la Andina" y yo me pregunto ¿tendrá algo que ver con la señora gorda del canasto? es posible que sus descendientes hayan industrializado aquel exquisito canasto, aunque ¡por supuesto! los dulces no son ¡jamas! iguales.
Tengo varios recuerdos producto de las "divagaciones quimicas" que iré sacando entreveraditos con las sacadas de madre a los del gobierno por los apagones, intervenciones bancarias, falta de agua etc, etc. Especialmente los etc.
Llegué con las pilas mas o menos recargadas.